La falta de lluvia y las atípicas temperaturas ponen en jaque una cosecha de 280 millones de euros

El asunto no es ni mucho baladí. En Aragón hay más de medio millón de hectáreas con cultivos de cebada, trigo, avena o centeno que habrían tenido que empezar a despuntar hace ya unas semanas. Sin embargo, la falta de lluvias que arrastra la Comunidad desde principios de noviembre ha hecho que no hayan nacido todavía muchos de los campos.

“En algunas comarcas, como la de Belchite, estamos hablando de que apenas han nacido el 20% de los terrenos.
Las pérdidas están ya prácticamente aseguradas si no llueve en los próximos días, porque el ciclo vegetativo no dará para más”, señala Javier Langa, agricultor de secano en los Monegros y representante de herbáceos de Uaga, que avisa de que muchos productores están contratando más seguros integrales que nunca para prevenir riesgos.

“Se dan dos factores que yo en mis 25 años de agricultor no había visto juntos. Hay una parte que no ha nacido por la falta de lluvia, y las que lo han hecho no se van a desarrollar bien por el exceso de calor y también la falta de agua”, señala Langa, quien asevera que este año la campaña va “con mucho retraso” en algunos campos, mientras que en otros se ha acelerado por la ausencia de frío.

“Aragón está participando del déficit de precipitaciones que arrastra toda la península ibérica en los últimos meses. Pese a que puede haber zonas donde llueva ligeramente en los próximos días, no serán grandes episodios”, explica el delegado de Aemet, Rafael Requena, que con respecto a las temperaturas señala que “ha habido una anomalía durante el mes de diciembre con temperaturas por encima de la media, pero el invierno tendrá que llegar en algún momento, eso también está claro”.

Tanto Asaja como Uaga han coincidido a la hora de presentar sus balances anuales en que la “incertidumbre” meteorológica ha lastrado y puede seguir perjudicando a la producción agraria de la Comunidad.
Y las anomalías también están condicionando el uso de los recursos.
De hecho la semana pasada Riegos del Alto Aragón ya anunció un periodo extraordinario de riego de cinco días para asegurar la nascencia de muchos campos y facilitar el desarrollo de las que han crecido más de la cuenta por la ausencia de heladas.