José Luis Cano
Pintor, dibujante y caricaturista.
Este ilustrador que participó en la Semana Cultural de Alcorisa publicará un libro sobre el humor aragonés y sus conexiones con otras civilizaciones antiguas. Este zaragozano que ha trabajado para varias editoriales, viene desarrollando una tarea como humorista en medios de comunicación aragoneses y su obra pictórica figura en numerosos museos e instituciones se plantea un nuevo reto: describir el humor aragonés.
Acaba de finalizar su libro: "Breve antología universal del humor aragonés" que formará parte de la colección de literatura Letra última de la Institución Fernando El Católico.
Dice que nació dibujando ¿cómo fue?
Mi padre se dedicaba a un oficio similar. Hacía decoración. Siempre he
visto en mi casa lápices y pinturas y aunque no me los dejaba tocar cuando era pequeño... tal vez fue por eso...
Y se describe o presenta en su blog "De profesión incierta", ¿por qué?
Porque he hecho demasiadas cosas y ya no sé lo que soy ni como definirme.
Desde Andalán ha pasado mucho tiempo. ¿Qué le supuso aquella etapa?
Fue una etapa muy divertida y vital, porque era joven.
Hizo crítica de arte.
Era joven y entonces me atrevía con cualquier cosa. Fue una osadía por mi parte, pero aquella etapa fue muy interesante.
Y ¿por qué fue tan interesante aquella etapa?
Porque era joven, entonces teníamos la idea de cambiar España. Entonces, había montones de posibilidades abiertas.
Y, ¿España ha cambiado?
No... (Rie)
Los medios de comunicación son sus grandes aliados ¿Se siente querido en su patria?
Me siento querido por la gente. Eso es lo gratificante.
Y se siente libre en los medios de comunicación al crear.
¿Qué le dicen sucesos como Charlie Ebdo?
Que esta es una profesión de riesgo, pero qué le vas a hacer. Cada profesión tiene lo suyo y uno tiene que apechugar con ello.
El humor político no es cosa de masas, pero ¿cree que con la viñeta se llega a más público?
Creo que sí. De hecho, yo empiezo a leer los periódicos por las viñetas de los compañeros y pienso que todo el mundo hace algo parecido. La imagen entra por los ojos. Es un mensaje breve que llega antes que un discurso. Esas son las ventajas.
Ha creado un imaginario aragonés de todos los tiempos con Goya, Buñuel y un largo etcétera ¿Qué personaje se le ha resistido?
Sender. Me parece uno de los mejores novelistas del siglo XX pero es un personaje muy controvertido y muy jasco, que decimos aquí.
Ahora, no le será difícil encontrar tema para sus viñetas de tinte político. ¿Qué noticia le gustaría dibujar?
Las noticias van surgiendo de repente y no tengo ningún deseo especial.
Acabó la crisis ¿Cómo lo representaría?
Una tijera rota.
¿Qué le da más importancia al dibujo o a la palabra?
En el humor político la palabra va primero, pero conozco a Hermegildo Sábat, dibujante uruguayo, que ha trabajado durante años en Clarín y durante la dictadura militar todas las viñetas las hacía sin palabras. Eso me parece un mérito extraordinario.
El atentado de Paris fue difícil de describir.
Sí. Me tocó. Pero me tocan muchos. Los atentados da igual donde sean.
El humor de Cano ¿es más humor maño, español, inglés o chino?
Te voy a dar una primicia. Voy a hacer un libro sobre el humor aragonés. Sin ilustraciones. Ahí sólo cuenta la palabra. Lo que defiendo en el libro es que el humor aragonés es el de los sabios antiguos, el de los cínicos griegos, el de los taoistas chinos y sufíes orientales… La ironía de esa gente se ha quedado de alguna forma aquí en Aragón.
¿Cómo definiría su propio humor?
Somarda.
Y ¿qué añade la "somarda" al humor?
Es el humor que tenemos aquí, el hacerte un poco como el que no te enteras, el buscar la vuelta a las cosas. Esa ambigüedad.
Y con tanta vuelta no le encuentra nadie…
(Rie). Espero que no me encuentren al final. Me iré retirando. He leído un artículo de Maruja Torres que decía que se iba de vacaciones a Tailandia y que buscaría un sitio para perderse. Yo creo que en Aragón sin moverte del sitio te puedes perder y no te encuentra nadie.
Esto es como un ovni en medio de Aragón porque yo he ido a muchos pueblos y he tenido 40 espectadores. Pero aquí hoy ha habido 500 y aunque hayan venido a oír a los niños del coro que actuaban al final, me da igual. Es una experiencia alucinante. El asociacionismo tan fuerte que hay me parece una locura.