Paseando por los alrededores de Alcorisa, de por sí un pueblo encantador, ahora sus montañas, especialmente las que encontramos por los alrededores del Calvario, nos muestran una estampa espectacular, que nos sorprende pero al mismo tiempo nos admira por la belleza que la misma naturaleza encierra.
Muy lejos de lo que esperaríamos ver en este mes de Enero, más propio de frío y nieve, nos encontramos que todos los árboles a nuestro alrededor están ya en flor.
Empezaron tímidamente a mostrar sus primeras flores.
Pero a los pocos días, aquellos capullos antes tímidos y, por supuesto algo desconcertados por el mes del año en el que estamos, y ante las temperaturas propias de una cálida primavera decidieron dar todas sus flores.
¡Sí, es espectacular! ¡Es hermoso!
No entiendo de agricultura pero sospecho que los agricultores, dueños de estos almendros, no tienen la misma emoción al ver todos sus árboles ya en flor.
Una nevada, una helada... una granizada... cosas típicas y normales por la época del año, invierno, pueden echar a perder toda una cosecha.
Si el almendro empieza a dar su fruto ... una helada puede echar a perder toda una cosecha, porque la almendra, aún sin madurar, no puede resistir el frío y mucho menos una helada. Se echaría a perder.
¡Qué paradoja!
Todas las cosas tienen su tiempo, su momento.... fuera de él puede convertirse en una tragedia. Cuando se invierte el orden natural de las cosas ... lo hermoso puede convertirse en en algo desolador.
Por supuesto, en el caso de la naturaleza no podemos hacer nada. Queda fuera de nuestro alcance. Solo mirar al cielo y pedir a Aquel que tiene el control del tiempo y las estaciones que no llegue a ocurrir.
Pero puede, la naturaleza, darnos una lección aplicable a muchas esferas de la vida diaria.
Muy lejos de lo que esperaríamos ver en este mes de Enero, más propio de frío y nieve, nos encontramos que todos los árboles a nuestro alrededor están ya en flor.
Empezaron tímidamente a mostrar sus primeras flores.
Pero a los pocos días, aquellos capullos antes tímidos y, por supuesto algo desconcertados por el mes del año en el que estamos, y ante las temperaturas propias de una cálida primavera decidieron dar todas sus flores.
¡Sí, es espectacular! ¡Es hermoso!
No entiendo de agricultura pero sospecho que los agricultores, dueños de estos almendros, no tienen la misma emoción al ver todos sus árboles ya en flor.
Una nevada, una helada... una granizada... cosas típicas y normales por la época del año, invierno, pueden echar a perder toda una cosecha.
Si el almendro empieza a dar su fruto ... una helada puede echar a perder toda una cosecha, porque la almendra, aún sin madurar, no puede resistir el frío y mucho menos una helada. Se echaría a perder.
¡Qué paradoja!
Todas las cosas tienen su tiempo, su momento.... fuera de él puede convertirse en una tragedia. Cuando se invierte el orden natural de las cosas ... lo hermoso puede convertirse en en algo desolador.
Por supuesto, en el caso de la naturaleza no podemos hacer nada. Queda fuera de nuestro alcance. Solo mirar al cielo y pedir a Aquel que tiene el control del tiempo y las estaciones que no llegue a ocurrir.
Pero puede, la naturaleza, darnos una lección aplicable a muchas esferas de la vida diaria.
¡todo tiene su tiempo!
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora ...(Dios) todo lo hizo hermoso en su tiempo"