La traición de Judas
Uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré?
Y ellos le asignaron treinta piezas de plata
Cuando llegó la noche se sentó a la mesa, con los doce
Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo y lo partió, y dio a sus discípulos y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado
De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama
sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.
Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
La oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní...
Padre, si es posible, pase de mí esa copa;
pero no sea como yo quiero, sino como tú...
El arresto de Jesús
Y el que les entregaba (Judas) les había dado señal diciendo: Al que yo besare, ése es, prendedle
Y enseguida se acercó a Jesús y dijo:
¡Salve Maestro! Y le besó
Jesús le dijo:
Judas, ¿con un beso entregas al Hijo de Hombre?
Jesús ante el concilio
¿Eres tú el Hijo del Bendito?
Y Jesús le dijo: Yo soy;
y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra de Dios,
viniendo en las nubes del cielo
Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestiduras, dijo ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte...
Jesús ante Herodes
Entonces los soldados del gobernador llevaron Jesús al pretorio...
y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas; y una caña en su mano derecha;
e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve Rey de los judíos! Y escupiéndole tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza
Púrpura no vistió, de espinas se adornó,
látigo cruel su espalda flageló,
pero de su dolor surgió rico cauda,
que al alma limpia el alma y da perdón...
Y le llevaron para crucificarle...
Jesús Camino del Gólgota
Y le seguía gran multitud del pueblo, y de las mujeres que lloraban y hacían lamentaciones por Él
Jesús vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí...
Llevaban también con Él a otros dos, que eran malhechores para ser muertos
Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera...
le crucificaron allí, Y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda
Uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba diciendo:
Si tú eres el Cristo, sálvate a a ti mismo y a nosotros.
Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo:
¿Ni aún temes a Dios estando en la misma condenación?
Nosotros a la verdad justamente padecemos,
porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos;
mas éste, ningún mal hizo.
Y dijo a Jesús:
Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
Entonces Jesús le dijo:
De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso
Cuando vino la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y a la hora novena, Jesús clamó a gran voz diciendo:
Eloi, Eloi, ¿Lama sabactani?
que traducido es:
Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?
Algunos de los que estaban allí decian. Mirad, llama a Elías ... y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber
Mas Jesús dando una gran voz expiró
Y entonces el velo del templo se rasgó en dos,
de arriba abajo,
y la tierra tembló
y las rocas se partieron
Y el centurión que estaba frente a Él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo:
Verdaderamente este era el Hijo de Dios
Mas Dios lo levantó de los muertos
y al tercer día resucitó...