sábado, 23 de enero de 2016

¿Sabías que la carne de cerdo es un alimento adecuado en la dieta del paciente diabético?


Los expertos en nutrición deportiva recomiendan cada vez más la carne de cerdo en la dieta



La Dra. Clotilde Vázquez Martínez, Especialista en Endocrinología y Nutrición y Jefe de Sección de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, afirma que “la alimentación correcta, adecuada y el ejercicio físico pautado y supervisado, constituyen la base del tratamiento de todo tipo de diabetes”. Y añade: que “con la carne de cerdo se está produciendo una reconsideración de su papel alimentario y nutricional, basados en datos objetivos. Y en concreto, la carne magra de cerdo es un alimento asequible a toda la población, que constituye una fuente de proteínas de excelente calidad, vitaminas del grupo B, cuyo aporte de grasa no es mayor que el de la carne de vacuno y el perfil de ácidos grasos puede ser más favorable.” 

Últimas evidencias científicas sobre carne de cerdo y diabetes Según un estudio realizado por el Pork Cooperative Research Centre, la ingesta de cortes magros de cerdo en la dieta, combinada con ejercicios de resistencia, tiene ventajas en pacientes con DM tipo 2, en relación con la pérdida de peso y los cambios en la composición corporal.

El estudio realizado con el apoyo del Australian Goverment’s Cooperative Research Centres Program, se basó en los resultados obtenidos a partir de 83 hombres y mujeres adultos (56.12±7.53 años) con un índice de masa corporal de 35.4±4.6 kg/m2, a los cuales se les asignó de forma randomizada una dieta hipocalórica, con un reparto calórico de 55:20:25 (hidratos de carbono: proteínas: lípidos) denominado HC o alta en proteínas a base del consumo de carne de cerdo, con o sin ejercicio de resistencia, con un reparto energético de 40:35:25 denominado HP. Se analizó la masa corporal, los marcadores cardiometabólicos y la eritrocito tiamina fosfatasa (ETP) antes y tras la intervención dietética. 

Con los 59 pacientes que concluyeron el estudio, se pudo afirmar con suficiente significación estadística, que en comparación con la intervención dietética HC, la HP provocó una mejoría en los niveles de ETP (HC -25 ± 53 nmol/l vs HP 4 ± 50 nmol/L, P=0,04). 

Esta evidencia sugiere que el consumo de la carne magra de cerdo es una valiosa fuente de proteínas, que junto a los patrones de estilo de vida sana (dieta saludable junto a actividad física moderada) podrían colaborar en el control de peso en la DM tipo 2. 

El contenido energético de la dieta del paciente diabético se debe ajustar a las características individuales de este, se tomarán las cifras recomendadas para población general, reduciendo las calorías consumidas en caso de personas con sobrepeso u obesidad. 

El paciente debe conocer el tipo y la cantidad de hidratos de carbono que debe tomar, así como los alimentos que los contienen, con el fin de que elabore sus menús de forma adecuada. Se debe asegurar un mínimo del 50% del valor calórico total. Estos deben ser de tipo complejo, ya que conllevan una elevación progresiva y sostenida de la glucemia, evitando las fluctuaciones bruscas. 

Además, es recomendable el consumo de alimentos ricos en fibra, ya que ésta enlentece la absorción de nutrientes en el tracto digestivo, evitando los picos glucémicos, por otro lado, aumenta la sensación de saciedad y activa el tránsito intestinal, las recomendaciones son 30-35 gramos de fibra al día. Por todo ello, se recomienda incluir cereales integrales, verduras y hortalizas, legumbres, frutos secos, etc. Se debe reducir la cantidad de azúcares simples como la sacarosa, y la fructosa, a pesar de estar incluida en alimentos específicos para diabéticos, evitando el consumo de azúcar blanco, mermeladas, bebidas azucaradas, productos de pastelería, etc., y realizando un consumo ocasional en el conjunto de una comida más voluminosa. 

Por otro lado, la distribución de los hidratos de carbono a lo largo del día se debe hacer de manera individualizada, en función de otros componentes de la comida, de la administración de fármacos hipoglucemiantes o insulina, de la realización de ejercicio físico, etc. Por lo general se realizarán entre tres y seis tomas al día. Las recomendaciones de proteínas se sitúan en torno al 13-15%, al igual que en población general, siendo este aporte principalmente a base de proteínas de alto valor biológico, las cuales contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo no puede sintetizar. 

Este tipo de proteínas se encuentran en alimentos de origen animal como la carne, el pescado, los huevos y los lácteos. Se aconseja elegir aquellos alimentos proteicos con menor contenido en grasa saturada y colesterol, incluyendo preferentemente pescado, carnes magras, lácteos desnatados, etc. 

En este sentido, los cortes magros de cerdo como el lomo y el solomillo, presentan proteínas de alto valor biológico, con un bajo contenido en grasa saturada (1,2g/100g) y colesterol (55mg/100g).


Las proteínas de alto valor biológico de la carne magra de cerdo contribuyen a cubrir los requerimientos nutricionales del paciente diabético. Por otro lado, se incluirán un 30-35% de las calorías en forma de grasas. 

Preferentemente se elegirán grasas de tipo mono insaturado, ya que son las más adecuadas en la prevención de patologías cardiovasculares. El consumo de carne de cerdo contribuye a cubrir los requerimientos de nutrientes antioxidantes como el cinc y el magnesio. Además, es fuente de vitaminas del grupo B, en concreto B1, B2, B6 y B12, así como de minerales esenciales como el potasio, el fósforo y el hierro. Según publica el Boletín Digital de Carne, Nutrición y Salud de FECIC
tomado de: Carne de Cerdo