Recuperando y manteniendo
el patrimonio histórico
El Ayuntamiento de Alcorisa restaura sus palomares
Los palomares de Alcorisa, construcciones que forman parte del patrimonio de la localidad desde la posguerra, han sido restaurados recientemente gracias a la inversión de 20.000 euros de fondos propios municipales.
Los Palomares se construyeron en la posguerra con el fin de conseguir alimento aprovechando la carne de estas aves. Fueron construidos por sus vecinos aprovechando las oquedades de la roca arenisca. Se accedía por unas sendas que actualmente se encuentran muy deterioradas y el acceso resulta prácticamente imposible.
Estas construcciones forman parte del paisaje urbano de la localidad ya que se encuentran situadas en lo alto de la ladera de San Juan, en su cumbre y en la vertiente que baja hacia el Calvario. María Victoria Alloza, concejal de Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento de Alcorisa, consideró «muy interesante» la conservación de estas construcciones por su carácter sentimental. « Hemos convivido con este paisaje durante más de medio siglo» comentó María Victoria.
Las obras comenzaron el pasado mes de enero y, aunque ya han finalizado, el consistorio está valorando la posibilidad de realizar el cerramiento de estos espacios abiertos. Actualmente se han consolidado seis de los ocho palomares, dado que dos de ellos se encontraban muy deteriorados y se ha procedido a su derribo por peligrosidad que suponía su estado.
Los Palomares se encuentran situados en una zona de difícil acceso, por ello, ha sido necesaria la intervención de una empresa especializada en este tipo de trabajo ya que ha sido necesario acceder con cuerdas y haciendo rapel a parte de las construcciones como, por ejemplo, al palomar que se encontraba en la ladera del camino del Calvario situado a más de 30 metros de altura.
Los trabajos han consistido en reconstruir la pared con mortero de cal con el fin de preservar de manera fidedigna los materiales presentes históricamente. La mayoría de los espacios son angostos y alargados, se pueden encontrar construcciones desde 8 a 80 metros cuadrados.
Se trataba de una de las «asignatura pendientes» del ayuntamiento de la localidad. «Poco a poco, queremos ir trabajando en la recuperación y manteniendo del patrimonio histórico de nuestro municipio», avanzó Julia Vicente, alcaldesa de la Villa alcorisana.
Subsistencia
Los palomares se construyeron en la posguerra para tener alimento disponible. El caldo de pichón era muy valorado como nutriente para ancianos y parturientas debido a la escasez que se vivió en los años que siguieron a la guerra civil. Precisamente con esa intención fueron construidos aprovechando las oquedades de la roca arenisca que rodea la localidad. Hasta allí se accedía a través de sendas que ahora se encuentran muy deterioradas y por las que resulta difícil acceder.
tomado de: La Comarca, Diario de Teruel
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