Oficios en extinción II
El Pastor
Desde los orígenes de los tiempos podemos ver la figura del pastor, Abel es el primer pastor que la historia nos relata: "Y Abel fue pastor de ovejas"
Hoy, en nuestros tiempos es cada vez más difícil encontrar la imagen de pastor .
Pero en Alcorisa tenemos el privilegio de contar con uno de ellos, son unos doce o catorce apróximadamente los que podemos ver por las montañas que nos rodean.
Si subes a primera hora de la mañana, por detrás del Calvario, alguna vez te encontrarás con Santiago, pastor de un rebaño de oveja y algunas cabras.
A pesar de su edad puedes verle caminar y subir por la montaña para dirigir a su rebaño a lugares de pastos y agua donde las ovejas puedan saciar su hambre y sed, siempre con buen humor y energía y con voz potente para que todas sus ovejas le escuchen y le sigan
A todas conoce por su nombre y sabe exactamente la necesidad de cada una de ellas. Las ovejas le conocen y reconocen su voz, a la que siguen sin dudar, porque están seguras y confiadas del buen pastor.
Un pastor de ovejas comienza a pastorear muy temprano en la mañana.
Podemos ver a las ovejas caminar constantemente mientras van pastando. A media mañana, están calurosas y sedientas.
Pero el pastor entendido sabe que las ovejas no deben tomar agua cuando están acaloradas o con el estómago lleno. Por eso las lleva a descansar a pastos verdes, en un lugar fresco.
Santiago lo sabe y las lleva a lugares frescos donde ellas puedan beber y así saciar su sed y descansar al mismo tiempo.
La oveja es muy tímida. Se asusta con las corrientes de agua, pues no puede nadar.
En el agua, su lana se empapa y la hunde. Por eso, el pastor la lleva hacia aguas tranquilas, o con unas cuantas piedras forma una pequeña poza, donde pueda beber sin temor hasta el más pequeño corderito... le da seguridad y confort
Cuando las ovejas salen a pastar, cada una coge su lugar en el rebaño. Sin embargo en algún momento del día, cada oveja corre hacia su pastor. Con cariño él le frota las orejas, dándole seguridad y ánimo.
El camino a veces es estrecho y no siempre fácil. Un perro o un caballo si se pierden, pueden encontrar el camino de regreso. Una oveja no. Y además es muy corta de vista.
Ellas siguen al pastor por cualquier camino, sabiendo que él siempre las lleva a un buen lugar. Oyen su voz, la conocen y le siguen...
La oveja es un animal indefenso, presa fácil para los animales salvajes. Pero el pastor lleva una vara, para protegerla. También lleva un cayado de 2 metros de
largo, que es curvo en un extremo.
A todas conoce por su nombre y sabe exactamente la necesidad de cada una de ellas. Las ovejas le conocen y reconocen su voz, a la que siguen sin dudar, porque están seguras y confiadas del buen pastor.
Un pastor de ovejas comienza a pastorear muy temprano en la mañana.
Podemos ver a las ovejas caminar constantemente mientras van pastando. A media mañana, están calurosas y sedientas.
Pero el pastor entendido sabe que las ovejas no deben tomar agua cuando están acaloradas o con el estómago lleno. Por eso las lleva a descansar a pastos verdes, en un lugar fresco.
(*) |
Santiago lo sabe y las lleva a lugares frescos donde ellas puedan beber y así saciar su sed y descansar al mismo tiempo.
La oveja es muy tímida. Se asusta con las corrientes de agua, pues no puede nadar.
En el agua, su lana se empapa y la hunde. Por eso, el pastor la lleva hacia aguas tranquilas, o con unas cuantas piedras forma una pequeña poza, donde pueda beber sin temor hasta el más pequeño corderito... le da seguridad y confort
Cuando las ovejas salen a pastar, cada una coge su lugar en el rebaño. Sin embargo en algún momento del día, cada oveja corre hacia su pastor. Con cariño él le frota las orejas, dándole seguridad y ánimo.
El camino a veces es estrecho y no siempre fácil. Un perro o un caballo si se pierden, pueden encontrar el camino de regreso. Una oveja no. Y además es muy corta de vista.
Ellas siguen al pastor por cualquier camino, sabiendo que él siempre las lleva a un buen lugar. Oyen su voz, la conocen y le siguen...
La oveja es un animal indefenso, presa fácil para los animales salvajes. Pero el pastor lleva una vara, para protegerla. También lleva un cayado de 2 metros de
largo, que es curvo en un extremo.
Cuando una oveja se desbarranca el pastor puede levantarla con el cayado y volver a ponerla en el camino.
Además, las ovejas no sienten miedo cuando el camino se hace angosto y difícil porque el pastor va con ellas.