domingo, 17 de diciembre de 2017

El Bajo Aragón Roto de Dolor...

Multitudinarias despedidas

 a los tres asesinados en Andorra


 

Cientos de personas acudieron al Funeral de Estado para los dos guardias civiles en Alcañiz y más de 2.000 abarrotaron el centro de Andorra para decir adiós al vecino José Luis Iranzo


Cientos de personas llorando con impotencia, bares y establecimientos cerrados a cal y canto, silencio absoluto, crespones negros, flores y uniformes de la Guardia Civil; pero también de gendarmes franceses, policías locales, Mossos D’esquadra y bomberos.
 


El maravilloso entorno de la plaza España de Alcañiz acogió ayer el acto más sobrecogedor que se recuerda en la localidad, el Funeral de Estado de los dos guardias civiles asesinados el jueves en Andorra, Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero.


Los féretros, que llevaban toda la noche en el salón de Cuadros del Ayuntamiento alcañizano -donde se había instalado la capilla ardiente la noche anterior- salieron del consistorio con la marcha fúnebre que interpretó la Unidad de Música de Dirección General de la Guardia Civil y el himno de España.
 


Entraron en la excolegiata con un gran aplauso, del mismo modo que salieron; en esta ocasión, al son del himno de la Guardia Civil de la obra ‘La muerte nunca es el final’.
 


A hombros les llevaron sus compañeros, sin poder contener las lágrimas y el dolor. Sentimiento que fue contagiando a todos los vecinos que se acercaron a mostrar su apoyo y cariño a las familias, que se fueron congregando a lo largo de los escasos metros que unen el templo y el Ayuntamiento. Detrás de los fallecidos fueron entrando a la iglesia los familiares y allegados, totalmente destrozados y hundidos.


La misa, oficiada el obispo de Teruel Antonio Gómez, se desarrolló en la intimidad y dentro del templo no cabía un alfiler. Estuvieron también en el Funeral de Estado el Justicia de Aragón, consejeros del Gobierno de Aragón, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, entre otros cargos judiciales de Aragón, Teruel y Alcañiz, así como autoridades militares y municipales, prácticamente de todos los pueblos del territorio. También hubo diputados en Madrid de todos los partidos.


El alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia Suso, se mostró totalmente roto y desolado, ya que conocía personalmente a las dos víctimas. «No podemos buscar una explicación porque no la hay. Es algo horrible. Eran buenas personas, no hacían daño a nadie…», reflexionó con la voz entrecortada.


Por su parte, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, aseguró haber vivido el «día más triste» de los seis años que lleva en el cargo. Alabó el papel de los agentes de la Guardia Civil y recalcó que perdieron su vida «en cumplimiento de su servicio». También el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, se refirió a la labor de los efectivos rurales e incluso reconoció las condiciones «a veces muy difíciles» de los agentes que desarrollan su trabajo en el medio rural.



Andorra, rota de dolor, despide a José Luis Iranzo

Lágrimas, emoción y mucho dolor en la despedida de José Luis Iranzo en su localidad natal. 


Miradas que transmitían los sentimientos más profundos, cálidos abrazos y el sentimiento de orgullo por la labor de José Luis fueron la tónica general durante la tarde de ayer, una jornada negra en la villa minera. Prácticamente todo Andorra asistió al funeral para dar el último adiós a una persona muy querida y conocida por los vecinos de la localidad. 


Más de 2.000 andorranos abarrotaron la plaza de la Iglesia y las calles adyacentes para rendir homenaje a Iranzo, en una de las jornadas más tristes que se recuerda en Andorra y en todo el Bajo Aragón.


Cientos de personas acompañaron el féretro de José Luis desde el tanatorio, situado a aproximadamente dos kilómetros de la localidad, hasta la plaza donde se celebró el funeral. Varios de sus mejores amigos se relevaron para portarlo a hombros durante un trayecto cargado de dolor.


La iglesia de Andorra se quedó pequeña para albergar la misa. Muchísimas personas no pudieron siquiera entrar al templo y esperaron en una plaza llena hasta la bandera mientras duró el funeral, que se alargó durante algo más de una hora.


Al término de la misa varios familiares del fallecido enunciaron unas palabras en su memoria a modo de homenaje. Asimismo, una mujer habló en representación de sus amigos y también tomó la palabra un responsable estatal de COAG, sindicato al que pertenecía el fallecido.
 


Una de las personas que habló fue la viuda de José Luis, quien describió cómo era su marido y mostró una gran entereza teniendo en cuenta el trágico suceso que ha vivido durante los últimos días. Al funeral también asistió Pascuala, viuda del ‘Pastor de Andorra’ y abuela de José Luis.



Un hombre «bueno y valiente»

Si algo destacaron sobre José Luis las más de 2.000 personas que asistieron al acto fue, sin lugar a dudas, su bondad y valentía. Todos los comentarios sobre él eran positivos y giraban en torno a la fortaleza y al coraje que le caracterizaban. «No tenía ningún miedo, era una persona valiente, buena y predispuesta para ayudar», comentaban.
 


En este sentido, los vecinos destacaron el afán que tenía por colaborar, ya que llevaba varios días acompañando al operativo de vigilancia de la Guardia Civil. Quienes le conocían también subrayaron su entrega por Andorra, ya que era muy activo en la lucha por mejorar la calidad de vida en su municipio.


Al dolor por la pérdida de Iranzo se suman ahora la rabia y la indignación. Muchos de los asistentes al funeral se preguntaban por qué no hubo más patrullas de vigilancia y seguridad si se tenía conocimiento de que un hombre armado estaba fugado en el monte, o por qué las fuerzas especiales de la Guardia Civil no viajaron hasta la zona antes de que hubiera tres asesinatos.


Halagos públicos

El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, reconoció la colaboración de José Luis con la Guardia Civil y destacó su bondad. «Era un hombre bueno, conocedor del medio rural y del territorio, e hizo todo lo posible por su pueblo y por colaborar», afirmó.



El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, puso en valor la lucha de Iranzo por el territorio. «Ha sido un ciudadano ejemplar en nuestra provincia. No solo realizaba las labores propias de su actividad, sino que además era una persona que ha querido trabajar por lo público», manifestó. Asimismo, subrayó lo ejemplar de su actitud. «Ha terminado pagando con su vida, pero nos deja un ejemplo en el que se va a mirar toda la ciudadanía turolense», explicó.


Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos
tomado de:   La Comarca





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