miércoles, 29 de junio de 2016

Los estrechos del río Ebrón

¿Hacemos la ruta?

¡El río Ebrón en Teruel!



Cuenta la leyenda que el nombre del río Ebrón le fué dado tras una larga sequía 

que asoló el país, durante la cual el río Ebro llegó a secarse pero el Ebrón, no. 

 Viendo este fabuloso vergel, no me extrañaría que la leyenda fuese verídica. 

 Los estrechos del río Ebrón



De todas las rutas que hemos ido realizando estos años, una de las más bellas y espectaculares es esta que os mostramos hoy: Los estrechos del río Ebrón entre las localidades de El Cuervo y Tormón, ambas pertenecientes a Teruel.


Aunque se puede visitar en cualquier época del año nosotros recomendamos la primavera, donde poder ver y vivir la explosión de vida tras el invierno o en otoño, donde ver los árboles con sus hojas doradas no deja indiferente a nadie.


La ruta es circular, aunque gran parte de la vuelta se realiza por los mismos lugares que la ida, y tiene una longitud de 18 kilómetros, por lo que estaremos casi todo el día realizándola. A continuación, os explicamos de forma más detallada en qué consiste la ruta.


Os recomendamos iniciar la ruta temprano, a eso de las 9 de la mañana es una hora perfecta y nosotros disfrutamos mucho viendo los primeros rayos de sol. Iniciamos el viaje en la localidad de El Cuervo (Teruel) donde al finalizar la jornada podremos tomar algunas tapas como recompensa.


Nada más iniciar la marcha desde la zona llamada “El Chorro” entraremos en un sendero botánico de gran belleza.


Dicho sendero es fácil de seguir, viene marcado en el camino y encontraremos numerosas placas identificativas de las distintas plantas y árboles que vamos viendo. Si seguimos caminando dejaremos atrás una pequeña piscifactoría (abandonada) hasta llegar al primer puente de madera de los muchos que encontraremos. Un lugar perfecto para hacer fotos.


Al finalizar el sendero botánico nos toparemos con una pista forestal. Debemos tomarla hacia la derecha y continuarla, durante unos 3 kilómetros, hasta que nos encontremos una pequeña área recreativa llamada Pozo de la Olla donde podemos parar para almorzar.


Hasta este punto, la ruta se puede realizar con niños pequeños pues no presenta ninguna dificultad y es muy asequible. Tras dejar atrás esta pequeña zona de ocio la cosa se complica.


En este punto cruzamos al otro lado del río y continuamos andando. No tiene pérdida y aunque no hay muchas marcas ni señales, el camino está muy visible y es fácil de seguir. Nos encontraremos con un mirador tras una pequeña subida y otro más tras subir de nuevo otro poco.


Al bajar y andar unos minutos nos toparemos con esta escalera y unas ayudas para seguir caminando. Cruzamos un pequeño puente de madera… y a los pocos minutos cruzaremos otro más.


Notaremos como el valle se va cada vez estrechando más y más, así que no sólo hay que mirar al suelo, también hacía arriba y observar la imponente roca que poco a poco nos cierra el camino y nos deja casi sin luz solar.


Los puentes son comunes en este paseo y este es otro de ellos. Tras cruzarlo llegaremos a la zona más estrecha del río, totalmente encajonado entre la roca debemos cruzarlo subidos a una pasarela que pasa sobre este y paralelo a la roca.


Sin duda la parte más llamativa y divertida del recorrido. Si haces esta ruta en verano….


¡Puedes cruzar el río a nado!


Dejando los estrechos atrás nos encontramos con el punto más conflictivo de la ruta, no es complicado pero si tenemos que ser muy prudentes y cautos al bajar por esta zona donde hay colocados unos escalones muy rudimentarios de metal.


Si salís con vida de esta podéis estar tranquilos, todo lo que viene a partir de ahora es más fácil. Seguimos andando, cruzamos un puente de metal y comenzamos a subir. A partir de aquí ganaremos bastante altura y veremos todo el recorrido del río y los estrechos desde las alturas.


Coged aire pues la subida es empinada.


Al rato nos encontraremos con algo interesante, uno de los puntos clave de la ruta: el puente de la Fonseca, un puente natural creado por el agua entre la roca.

Regresamos a la senda subiendo el puente en dirección a la cascada de Calicanto. Tras otra pequeña subida enseguida comenzamos a bajar hasta una gran llanura (cerca de una carretera visible) donde volveremos a estar de nuevo en el río. Caminando siguiendo el sendero llegaremos finalmente a la cascada de Calicanto.


En otoño esta zona es absolutamente espectacular ya que el suelo está cubierto de hojas doradas y rojas a la orilla del río creando un lugar mágico. Llegamos al molino viejo. Por la izquierda nos iríamos al Tormón, pero como lo que nos interesa es llegar hasta la cascada cogemos el camino de la derecha.


Llegar a la cascada produce una gran alegría pues es la recompensa al esfuerzo realizado y es el sitio perfecto para parar a comer y contemplar el hermoso paraje.


Para volver, debemos realizar lo mismo que hemos hecho en la ida. Aunque se puede regresar al inicio por rutas alternativas, lo más cómodo y rápido es volver sobre nuestros pasos pues no tiene perdida y es más seguro al conocer previamente la zona.


DATOS TÉCNICOS

Longitud: 18 Kilómetros
Circular: Si
Dificultad: Fácil. Por la longitud requiere estar en buena forma física pero no necesita ningún conocimiento técnico.
Desnivel acumulado: Subiendo 345 metros y 365 metros bajando
Lugar de inicio y fin: El Cuervo (Teruel) Ver Mapa El Cuervo (Teruel)

Fotos y texto tomado de:
Andamontes en BlogViajes Sepur,WikilocSantialpino

Desde Alcorisa, el pueblo del Calvario
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Teruel, la provincia de los Amantes
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