lunes, 16 de julio de 2018

¡Nosotros podemos hacer algo mejor!

¡De mayor quiero ser bombero!


La madre de 26 años se quedó absorbida mirando a su hijo que moría de leucemia terminal. Aunque su corazón estaba agobiado por la tristeza, también ella tenía un fuerte sentido de determinación. Como cualquier madre, deseaba que su hijo creciera y realizara todos sus sueños, pero ahora eso no era posible para su hijo, la leucemia no se lo permitiría.

Pero aun así, ella todavía quería que los sueños de su hijo se realizaran… ella tomo la mano de su hijo y le pregunto:

-“Billy, ¿alguna vez pensaste en lo que querías ser cuando crecieras?, ¿soñaste alguna vez y pensaste en lo que te gustaría hacer en tu vida?“

-“mami, siempre quise ser un bombero cuando creciera”.


La madre se sonrió y dijo: “veamos si podemos hacer realidad tu sueño”.


Ese día, más tarde, ella se dirigió al parque de bomberos de Phoenix, Arizona. Allí conoció al bombero Bob, un hombre con un corazón grande como phoenix. Ella le explicó el último deseo de su hijo y le preguntó si era posible darle a su hijo de seis años un paseo alrededor de la manzana en un coche de bomberos.

Bob le dijo:

-“Mire, podemos hacer algo mejor que eso”. Tenga a su hijo listo el miércoles a las 7 en punto de la mañana y lo nombraremos “bombero honorario“ durante todo el día. Él podrá venir con nosotros aquí al parque, comer con nosotros, salir con nosotros cuando recibamos llamadas de incendios, etc. Y si usted nos da sus medidas, le conseguiremos un verdadero uniforme de bombero, con una gorra verdadera que lleve el emblema del Cuerpo de Bomberos de Phoenix, no uno de juguete, sino el emblema amarillo que nosotros llevamos y sus botas de goma; todo eso es hecho aquí en Phoenix, así que nos es fácil conseguirlo bastante rápido.


Tres días más tarde Bob, el bombero, recogió a Billy, le puso su uniforme de bombero y lo condujo desde la cama del hospital hasta el camión de bomberos. Billy tuvo que sentarse en la parte de atrás del camión y ayudar a conducirlo de regreso a la estación. Él se sentía como en el cielo.

Hubo tres servicios en Phoenix ese día y Billy salió en los tres. Él fue en tres camiones diferentes. Fue en el microbús paramédico y también en el coche del jefe de bomberos, también le filmaron para las noticias locales de televisión.


Habiendo hecho realidad su sueño y con todo el amor y la atención que le fue dado, Billy fue tocado tan profundamente en su corazón, que logró vivir tres meses más de lo que cualquier médico pensó que viviría.

Una noche todas sus señales vitales comenzaron a decaer dramáticamente y el jefe de enfermería, que creía en el concepto médico de que nadie debe morir sólo, comenzó a llamar a los miembros de la familia para que vinieran al hospital. Luego, recordó el día en que Billy había pasado como si fuera un bombero, así que llamo al jefe del parque y le preguntó si era posible que enviara a un “bombero” uniformado al hospital para que estuviera con Billy mientras entregaba su alma. El jefe le dijo:


-“haremos algo mejor” estaremos allí en cinco minutos. ¿me hará un favor? Cuando oigan las sirenas sonando y las luces centelleando, podría anunciar por la megafonía que no hay ningún incendio, sino que es el departamento de bomberos que va a ver a uno de sus más distinguidos miembros una vez más y, por favor, podría abrir la ventana de su cuarto.


Como cinco minutos más tarde, la autoescalera, llegó al hospital, y se extendió hasta el tercer piso donde estaba la ventana abierta del cuarto de Billy y 5 bomberos subieron por ella y entraron al cuarto. Con el permiso de su madre, cada uno de ellos lo abrazo y lo arrullaban diciéndole cuanto lo querían.

Con aliento agonizante, billy miro al jefe de los bomberos y dijo: “jefe, ¿soy verdaderamente un bombero ahora?“ El jefe le respondió:

-“Sí, Billy, lo eres”.


Con esas palabras, Billy sonrió y cerró sus ojos por última vez. 

Recordemos que lo que los seres humanos necesitamos es el conocimiento y el amor de Dios manifestados a través de nuestros semejantes.


Y ahora la verdadera historia…

La historia que acabas de leer es un bonito cuento pero que está basado en un hecho completamente real sucedido en 1981. En Phoenix (Arizona) Frank “Bopsy” Salazar, de 7 años de edad muere de leucemia, y se convirtió en el primer “deseo de niño” conseguido por la Make-A-Wish Foundation.

Este muchacho de Phoenix tenía tres deseos: ser bombero, viajar en un globo de aire caliente e ir a Disneyland. Él finalmente alcanzó los tres, pero es su primer deseo, el de ser bombero, en el que nos centraremos aquí.

En el Departamento de Bomberos de Phoenix le aseguraron que Bopsy tendría una experiencia verdaderamente digna de un bombero, haciéndole el primer bombero honorario en la historia de Phoenix. Un uniforme completo, con una capa de color amarillo y un casco, que se hizo exprofeso para él. Al final del día, Bopsy fue condecorado con la insignia de un oficial de bomberos.

La Make-A-Wish Foundation se puso en contacto con el Departamento de Bomberos de Phoenix (no la madre del niño, como en el cuento por Internet). La Make-A-Wish explica en su informe el deseo de Bopsy de ser un bombero:

Bopsy tuvo su experiencia en globo aerostático y su viaje a Disneylandia. (Es más, en Anaheim, fue tratado por los bomberos con la cortesía que cada bombero que visita la ciudad puede desear de sus colegas del sur de California. De hecho fue tanto a la ida como a la vuelta del aeropuerto de Los Ángeles en un camión de bomberos y acompañado en todo el parque por dos de sus compañeros de los bomberos del Departamento de Bomberos de Anaheim.)

En cuanto a las más fantástica situación formulada en el cuento (Los bomberos que subieron a ver al niño a través de la ventana del hospital en la noche que murió Bopsy). Esto también es cierto. Sólo que fueron cinco bomberos en lugar de los dieciséis de la versión en e-mail, pero de hecho la escalera estuvo debajo de su ventana, y luego subieron por ella a su habitación:

La salud de Bopsy empeoró no mucho tiempo después de regresar de California y tuvo que regresar al hospital. Como dormía en su habitación en el tercer piso, de repente, alguien llamó a su ventana y la abrió, y entraron cinco de sus compañeros bomberos de Phoenix. Habían estacionado su autoescalera abajo, a continuación sus colegas le localizaron a través de la ventana, Bopsy – ahora completamente despierto – no podía contener su risa. Bopsy compartió unos risas e historias con sus amigos antes de regresar a dormir, con una sonrisa en su rostro. Más tarde esa noche, Bopsy falleció – pero no antes de ver que los tres deseos acabaron haciéndose realidad.

Esta es la historia real. Es menos poética que el cuento, pero no por ello deja de ser tan humana y aleccionadora como el mismo en esta sociedad tan despersonalizada. Los bomberos seguimos teniendo corazón y sentimientos.


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